La icónica ciudad de Marsella fascina tanto como intriga. Sin embargo, forma parte del panorama turístico francés desde hace algunos años. Tras experimentar un renacimiento tras su consagración como capital europea, atrae a franceses que buscan un fin de semana urbano bajo el sol y a extranjeros que buscan autenticidad. Desde que me mudé a Francia, he tenido el placer de visitar esta ciudad dos veces. Por eso pensé que podría ser entretenido compartir con vosotros mi punto de vista sobre la ciudad de Marsella durante unos días. 3 días para visitar Marsella
Los tres imprescindibles de Marsella
Empezamos visitando el icónico Puerto Viejo de Marsella. Desde allí dando un paseo llegarás a las estrechas calles del pintoresco barrio de Le Panier. Aprovecha para descubrir algunos de los mejores lugares y comer allí antes de emprender una ruta de senderismo las montañas de les Calanques. Pero entonces ? ¿Cómo disfrutar de todo el patrimonio cultural y natural pero también de la autenticidad de Marsella durante un fin de semana de 1 a 3 días? Todo el mundo (hablo por los franceses) tiene una relación especial con Marsella. Por mi parte, al principio la odiaba, pero realmente tanto, que cada vez que iba allí tenía más prejuicios que placer. Pero como vivo en el norte de Francia y decidí hacerte descubrir este país, poco a poco aprendí a dominarla, a mirarla desde otro ángulo para finalmente encontrar esta pequeña je ne sé quoi, que la hace única. Hoy estoy feliz de compartir aquí mis lugares favoritos de Marsella, aquellos que espero cambien tu visión de la ciudad. Marsella es desordenada, auténtica, entrañable…Marsella es popular y lo seguirá siendo. Cambia y continúa cambiando su forma pero no su esencia. La amamos, la odiamos, no hay medias tintas. Pero, ¿por qué amamos tanto Marsella? Porque ella es una mezcla de culturas. No podemos culparla por ser francesa, un poco llamativa y nada tímida. Ella nunca se ha escondido detrás de trucos y asume su carácter fuerte todos los días a los ojos de estos valientes amantes, la gente de Marsella. Me encantan estas hermosas residencias hausmanianas que conviven con casas provenzales en tonos pastel tanto como su popular, neurálgico y singular Puerto Viejo.Influenciada por las migraciones, Marsella es una encrucijada de culturas norteafricana, italiana, corsa, griega e incluso vietnamita. Es cierto que no es perfecta, pero nunca quiso serlo. Acunada por culturas de todo el mundo, a orillas del Mediterráneo donde el sol y el mistral acampan la mayor parte del año, piensa en Marsella para tus próximas vacaciones en el sur de Francia. Ver lo más bello de la ciudad.
1. Dar un paseo por el Puerto Viejo
¡Sin duda, el emblema de la ciudad! El Puerto Viejo es la gran plaza pública, donde todo pasa, todo se sabe, todo se dice! Habla fuerte, huele a pescado, te empuja suavemente y bromea. La luz allí es increíble. A primera hora de la mañana cuando el agua sigue siendo una balsa de aceite, pero también al final del día viendo cómo los mástiles se transforman en grandes sombras. Es un punto neurálgico en Marsella, imposible no cruzarlo al menos una vez. Además, no te pierdas el espejo de Norman Foster, una hermosa obra gráfica.
2. El pintoresco barrio de Panier
Pasé mucho tiempo allí en este barrio auténtico que ahora se ha puesto de moda. Le Panier es el barrio más antiguo de Marsella, son calles estrechas y coloridas, un aire de Dolce Vita se cierne tiernamente por allí. Es sobre todo reconocido por ser el antiguo refugio de los mafiosos de Marsella, la mafia de los caballeros; estas historias que todavía sacuden los mitos y leyendas de la ciudad de Marsella. Déjate llevar por los vientos del Mistral, no dejes de visitar la soberbia Vieille-Charité y sus pequeñas tiendas independientes.
3. Sube a Notre-Dame-de-la-Garde
Otro emblema de Marsella, y de gran tamaño. ¡Notre-Dame-de-la-Garde o, para los amigos, la que amablemente llamamos la “Buena Madre”!Ella vela por la gente de Marsella y se sienta orgullosa sobre los techos naranjas que tan bien caracterizan a la ciudad de Marsella. Se llega en coche (fácil), en autobús (para los menos deportistas) o también caminado para disfrutar de la vista al atardecer.
4. Las calas de Marsella
Les Calanques de Marsella es para mí uno de los paraísos de esta región, (me recuerdan a las de la comunidad valenciana) ¡un paraíso! Y hay que reconocerlo, ninguna ciudad en Francia disfruta de una naturaleza tan cercana pero también grandiosa. Les Calanques de Marsella también están reconocidas como el primer parque nacional periurbano de Europa, tanto terrestre como marítimo. Montañas, calas y playas se extienden a lo largo de 20 km de costa. Todo el mundo encontrará lo que busca allí: senderismo, ciclismo, escalada, buceo, descansar… Espero algún día poder bucear en la Grotte des Trémies, que fue habitada por hombres del Paleolítico Inferior.
5. Ver una exposición en el Mucem
La ciudad de Marsella ha experimentado una hermosa evolución en los últimos años, en particular en torno al Puerto Viejo, que se ha convertido en un verdadero corazón cultural. El Muceum es una hermosa proeza arquitectónica, hecha de hierro, todo en delicadeza, redondez y feminidad. Esta Oda al mar se la debemos a la imaginación de Rudy Ricciotti que vino a embellecer el centro de la ciudad de Marsella. ¡También puedes, visitar el museo gratis sin ir a las exposiciones!